Debemos ser conscientes de cómo
llevamos nuestro cuerpo y qué zonas limitan la movilidad.- Si nuestro cuerpo
está torcido y no alineado debemos darnos cuenta enseguida y corregirnos, pero
la conciencia en el cuerpo hay que trabajarla.- Con saberlo o leerlo en un
libro no es suficiente, hay que practicar.- Se impone el consejo de un profesional cualificado para la
correcta orientación corporal.-
Cuando
trabajemos sobre la postura comenzaremos por observar los pies, los apoyos, la
posición y forma de los dedos y tobillos.- Después analizaremos las rodillas,
qué dirección toman al flexionarse y si nos duele una más que la otra, y
seguimos por las caderas, a las que consideramos como un cubo que sostiene
vísceras, columna y resto del
cuerpo.- Y, por último,
examinaremos también la
“rotación ántero” y la “retroversion” de los huesos ilíacos que tanto
influyen en el abdomen o en esos arcos lumbares (lordosis), causantes de muchos
problemas del ciático y caderas en general.-
La
columna debemos mantenerla recta y fuerte si queremos prevenir la aparición de
hernias y desgastes vertebrales.-
El
peso de los brazos adelante nos encorva la parte alta dorsal y hombros que se
cargan de tensión.-.- A esto se une el peso de la cabeza que tiende a ir también hacia delante
con el consiguiente desequilibrio, primero en el cuello y posteriormente, en
toda la estática corporal.-
Los
fármacos nos pueden aliviar los dolores ocasionales, pero sólo una correcta
educación del cuerpo nos puede prevenir de muchos problemas serios.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario