sábado, 20 de marzo de 2010

LOS PIES

El calzado tiene una importancia decisiva en la deformación y dolores del pie.- Un zapato cómodo puede evitar lesiones en el tobillo, rodillas y espalda.-

La mayoría de los zapatos femeninos están diseñados sin dejar espacio a las puntas de los pies.- La altura del tacón acorta los músculos de las piernas y provoca que las rodillas pierdan flexibilidad.- Es por ello que debemos compensar esta anomalía con ejercicios de estiramientos y un buen fortalecimiento abdominal como centro de gravedad de nuestro cuerpo y de donde parte la mayoría de nuestra energía.-

Los juanetes son el resultado de un proceso de tipo hereditario que podríamos evitarlo eliminando abusos de tacón alto y estrecho y periodos de obesidad y adelgazamiento.-

La punta estrecha del zapato desvía el dedo gordo del pie.- El tacón muy fino, al tener poca base y ser alto, sobrecarga la parte anterior del pie, haciendo que parte del peso del cuerpo apoye sobre el citado dedo.-

El abuso constante de este tipo de zapatos hace que los ligamentos y articulaciones vayan haciéndose laxos e incapaces de sostener el dedo gordo en su lugar correcto.- Su deformación produce el hundimiento del arco anterior del pie y como consecuencia grandes dolores en la planta del mismo.-

Con todos estos problemas hay que plantearse cuidar los pies.- Zapatos anchos, mejor con cuña que con tacón fino y que no exceda de 4 ó 5 centímetros.- Darse masajes en los pies, hidratarlos y hacer ejercicios de movilidad y estiramientos.-

martes, 9 de marzo de 2010

EL EJERCICIO BIEN HECHO

Se produce la eliminación de grasa corporal, cuando el gasto calórico es mayor que la ingesta.-

La grasa tiene tendencia a acumularse más en unas zonas del cuerpo (zona abdominal) que en otras y muchas personas se obsesionan con ello, pero hemos de tener en cuenta que no adelgazamos por zonas.- La pérdida de grasa se produce en todo el cuerpo.- La obsesión nos conduce a fijarnos más en esas zonas y así lo que conseguimos es realizar los ejercicios abdominales de forma inadecuada tal como dicta el “error popular” que dice “entre más duela, mejores resultados”.- Estas incorrecciones favorecen las lesiones, el dolor en la zona lumbar y nos conducen irremisiblemente al sedentarismo.-

Con el tiempo, el debilitamiento de la zona trae mayores consecuencias, como son unos músculos abdominales débiles que no pueden proteger la columna.-

Desde el punto de vista de la quema de calorías el ejercicio aeróbico realizado de modo constante y prolongado es el más eficaz.- No debemos hacer paradas al realizarlo.-

A partir de los 15 ó 20 minutos se consiguen los mejores resultados para quemar la grasa.-

Un ritmo aeróbico intermedio sería el adecuado, evitando realizarlo con sol intenso o fajas de plástico.- Sudar no adelgaza y cuando ello ocurre, es conveniente reponer líquidos.-

Todos los ejercicios de un programa completo deberían cumplir sus objetivos de salud y podríamos resumir su éxito en una “adaptación progresiva”.-

lunes, 1 de marzo de 2010

EL MITO DE LOS ABDOMINALES

El ejercicio de los abdominales ha sido un tema muy debatido entre los especialistas en la materia.- La falta de formación en personas que trabajan en el mundo del deporte, intereses económicos con aparatos que nada tienen que ver con la salud, han contribuido a fomentar dicho mito.-

Si conociéramos la función de los citados músculos y su biomecánica, nos daríamos cuenta de que muchos de los abdominales que son trabajados como “fuertes” y “eficaces” , son debidos a la tensión que se produce en el músculo Psoas iliaco que pasa cerca de los abdominales inferiores.- Cuando potenciamos el psoas, podemos lesionar las vértebras lumbares e incluso las cervicales, debilitando, de este modo los abdominales profundos y el suelo pélvico.-

Al trabajar los abdominales, incorporándonos hacia delante o, al sentarnos en el suelo desde una posición supina, la tensión lumbar hace aumentar la presión sobre los discos y sistemas facetarios vertebrales, provocando lesiones e invadiendo los nervios raquídeos.-

Lo más eficaz sería corregir hábitos posturales incorrectos con ejercicios de tonificación, respiración y estiramientos.- Para corregir la hiperlordosis lumbar hay que estabilizar la pelvis en retroversión.-

No podemos ignorar la importancia que tiene la respiración para la zona lumbo-abdominal.-