lunes, 18 de abril de 2016

EL USO DE FAJAS REDUCTORAS


 
         La faja puede ser útil en un momento determinado, cuando realizamos esfuerzos y por un tiempo limitado o por prescripción médica.-
         Restringe la respiración, con presión en las costillas, empujando, a su vez, el diafragma y condicionando con ello a los pulmones a una respiración superficial.-
             Comprime los órganos con problemas estomacales, intestinales e infecciones.-
             Comprime también, las venas, impidiendo la correcta circulación.-  En cuanto a la circulación en las piernas y músculos, la presión es bastante negativa, con hormigueo y cansancio.-    (La Fundación Española del Corazón advierte que usar prendas muy ajustadas, favorece el riesgo de desarrollar problemas cardíacos que pueden provocar edemas y trombosis).-
              Puede ser la causa de rozaduras en la piel e infecciones vaginales.-
            La faja puede provocar también la debilidad de los músculos.- Es ella la que hace la misión que le corresponde a los músculos, que, al no realizar su trabajo, van perdiendo fuerza y tono.-
           La creencia popular de que el uso de la faja adelgaza, es un error.- Nunca la faja será un medio para adelgazar.-
             La presión en la vejiga puede provocar incontinencia.-
             La verdadera silueta la mejoramos utilizando las técnicas de corrección postural, sentándonos correctamente, evitando colchones y almohadas  que faciliten la formación de un  arco en la espalda y olvidando los tacones muy altos y los zapatos muy apretados.-
            En resumen: Una dieta equilibrada, las buenas posturas y el ejercicio nunca pueden ser sustituidos por una faja.-

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