Es importante, al jubilarnos,
convencernos de la utilidad de la prevención mediante el ejercicio físico para no llegar a los falsos tópicos de que el
cumplir años es sinónimo de sufrimiento, enfermedades e incapacidades.- Debemos desterrar definitivamente la
idea de que el descanso y la inactividad son buenos para la salud.-
El
ejercicio físico debemos
considerarlo como un privilegio para poder mantener la salud en buena forma y disfrutar así de la
vida.-
Es
importante que nos vayamos adaptando poco a poco al ejercicio.- Que nunca llegue a ser un castigo o un sacrificio para
nosotros y que sea nuestro aliado para disfrutar plenamente de la vida.-
El
ejercicio ha de ser moderado y
debemos de huir siempre de las competiciones deportivas y de rivalidades
absurdas.-
También,
el ejercicio, puede ser un buen
sistema de socialización y adaptación en las edades en que la persona jubilada
rompe con su trabajo habitual y, a veces, con sus amistades, incluso
familiares.-
A
medida que envejecemos se pierden reflejos y con ello aumenta la falta de
motricidad.- También perdemos parte de la identificación de la imagen corporal
que podemos recuperar con el entrenamiento.-
La Organización Mundial de la Salud
recomienda la actividad física en las personas mayores para prevenir la
anticipación de la invalidez.-